Se imaginan una explosión de sabores, texturas y aromas jugueteando en su paladar, excitando a sus papilas gustativas sin el más mínimo desparpajo, eso fue lo que vivimos un grupo conspiradores de la CIA, es decir, de la Culinary Institute of America, -título empírico, claro está-, el pasado 13 de junio en las espectaculares instalaciones de THE HOTEL, el primer hotel boutique de Venezuela.
Esta fue la segunda velada del evento Experiencia Gastronómica con el que THE HOTEL pretende convertir a Caracas en la meca de los fogones venezolanos. La primera cena de esta Ruta estuvo a cargo del chef David Posner quién consintió nuestros sentidos con una exquisita fusión de platos inspirados en la cocina peruano-asiática.
Para esta segunda cena THE HOTEL invitó para el goce de sus invitados a Eduardo Moreno, chef pionero de la cocina molecular en Latinoamérica, Tenedor de Oro 2005 por sus aportes a la cocina molecular, Chef a cargo del laboratorio-cocina de Shayará, quien como de costumbre nos deleitó con cada plato.
Esta fue la segunda velada del evento Experiencia Gastronómica con el que THE HOTEL pretende convertir a Caracas en la meca de los fogones venezolanos. La primera cena de esta Ruta estuvo a cargo del chef David Posner quién consintió nuestros sentidos con una exquisita fusión de platos inspirados en la cocina peruano-asiática.
Para esta segunda cena THE HOTEL invitó para el goce de sus invitados a Eduardo Moreno, chef pionero de la cocina molecular en Latinoamérica, Tenedor de Oro 2005 por sus aportes a la cocina molecular, Chef a cargo del laboratorio-cocina de Shayará, quien como de costumbre nos deleitó con cada plato.
En el comedor de THE HOTEL nos dimos cita los miembros de la CIA, conspiradores de las delicias, todo un Complot de Placeres Urbanos, encabezados por Federico Fernández y su team, Carolina Goicochea y Anabella de GPC Consulting, no faltó el Exceso y vimos Descifrado los 7 Placeres, intercambiamos Run Runes, nos nutrimos de toda una Guía Platinum y hasta conversamos de Gourmet Channel.
Luego de unas cuantas copas de Champaña, pasamos al comedor de ensueño de THE HOTEL donde Eduardo Moreno nos reveló cual sería nuestro banquete y nos dio instrucciones de cómo debíamos degustarlo, por lo menos en lo que sería nuestro primer plato, -dejando la aceituna, finamente colocada en una cucharilla China, para el final-.
Nuestros sentidos se abrieron con un delicioso carpaccio de atún acompañado de una emulsión traslúcida de menta que le aportaba una frescura inigualable al tan conocido plato, tenía picadillo de hongos shiitake y aceitunas líquidas, que era justo lo que debíamos dejar para el final, el resultado, sencillamente maravilloso, la deconstrucción de la aceituna molecular al contacto con el paladar daba una sensación excitante, tanto así que al ver entrar nuevamente en el salón a Eduardo, le aplaudimos por su maravillosa creación.
El segundo manjar de la noche fue un sashimi de salmón con emulsión de soya y con una particular presentación de gomitas de amaretto y aire de leche de romero. Para mí este fue el mejor plato de la noche, la combinación de la frescura del salmón con las gomitas de amaretto nos tenían a todos como en trance, sólo se sentía placer en esa gran mesa.
Seguimos el festín con unas finas rebanadas de lomito selladas al grill, acompañadas con caviar de semillas rehidratadas de albahaca y una original espuma de queso Padova, qué les puedo decir, mejor hubiese sido obsceno.
El plato estrella fue un jugoso centro de lomito al grill armoniosamente combinado con foie gras, hongos portobello y crujientes milhojas de papa aromatizadas al romero, una divinidad, las sensaciones y aromas estaban en su justa medida, encantaron a todos y nos invitaron a pensar que estábamos viviendo una experiencia que trascendía lo terrenal.
Finalmente la magia de THE HOTEL nos consintió con la dulzura de una tentación de esponja de leche perfumada con finas especias y el toque dominante de un dulce bombón de chocolate, hubo quienes pensaron que esa esponja de leche era una deconstrucción del venezolanísimo “arroz con leche” otros pensaron que era una especie de “cocada”, yo me apunté por la primera, al saborear el toque dominante de la canela.
Con este relato quiero agradecer al Sr. Fernández y su Team de THE HOTEL, a Carolina Goicochea y a Anabella por ser tan excelentes anfitrionas y por supuesto a las manos benditas de Eduardo Moreno por tan espectaculares creaciones. Tal como lo decía la invitación fue “una experiencia más allá de lo espiritual que sólo pudimos vivir gracias a la excelente selección de invitados de Carolina y en el primer hotel boutique de Venezuela.
Gracias, realmente fue una noche inolvidable.
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